martes, 24 de enero de 2012

Escepticismo infravalorado


Prender la llama de la lujuria, de los instintos más básicos. Liberar de prejuicios la libidosa mente individual  y acabar con el fingido pudor ante lo natural, ¿por que condenar sensaciones y obligarte a reprimir algo en lo que quieras o no sucumbirás aun oponiendo resistencia?


Esta noche no hará falta desvestirme, la ropa estorba, la ropa es el personaje que me resulta indiferente, acariciaría y recorrería tu cuerpo aun impidiéndomelo la molesta prenda.  
Piérdete en mis labios agárrame por la cintura comienza la partida, se delicado. Empótrame contra la cama. Por un instante dedicare mi ultimo atisbo de  conciencia en mantenerla viva solo con el contacto del cabecero que acaricia mi pelo por ahora con tiernos y suaves golpes, recordándome que ajena a esta se encuentra la realidad, a kilómetros de mi cielo personal. Quiero sentir tu mirada clavándose en la mía, penetrar en tus ojos igual de sedientos que los míos. Aumenta el ritmo, sabes lo que estás haciendo no eres un niño, juega hábilmente con tus manos en los rincones más íntimos de mi cuerpo. Pronto comenzara el momento en el que me obligues a que sea yo la que abandone el trance y forme parte activa del juego, pero permiteme disfrutar un segundo más del delirio.
Muérdeme el cuello, tienes pleno derecho a arrancarme la piel. Quiero sentir tu aliento en mi oído y escuchar la dilatación de tus suspiros, tu respiración cortada, mientras cambio las reglas de dominancia.  
Marcaré  mis huellas dactilares a conciencia en tu espalda, quiero dejar constancia de ser culpable del delito cometido.  
Caigo sin oponer resistencia a las proposiciones obscenas, por mi propio juicio quiero arrodillarme y túmbarme encima de ti y hacer lo que siempre causo tabúes, rodar por la cama esperando que respondas a mi estimulo y continúes la provocación.  Ahora no importa si soy ajena a ti o si de verdad me amas o yo lo hago. Dos personas entregándose al amor o quizás a lo carnal. Oscuridad que se vuelve penumbra. Silencio roto de respiraciones. Intimidad. Pasión. Inmoralidad. Vicio. Atrevimiento. Placer. Delicioso encanto del pecado.
Esta noche eres mío y yo tuya no mires mas allá de los minutos que se te escapan de las manos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario