Prender la llama de la lujuria, de los instintos más básicos. Liberar de prejuicios la libidosa mente
individual y acabar con el fingido pudor
ante lo natural, ¿por que condenar sensaciones y obligarte a reprimir algo en
lo que quieras o no sucumbirás aun oponiendo resistencia?
Esta noche no hará falta desvestirme, la ropa
estorba, la ropa es el personaje que me resulta indiferente, acariciaría y recorrería
tu cuerpo aun impidiéndomelo la molesta prenda.
Piérdete en mis labios agárrame por la cintura comienza la partida, se delicado. Empótrame
contra la cama. Por un instante dedicare mi ultimo atisbo de conciencia en mantenerla viva solo con el
contacto del cabecero que acaricia mi pelo por ahora con tiernos y suaves
golpes, recordándome que ajena a esta se encuentra la realidad, a kilómetros de
mi cielo personal. Quiero sentir tu mirada clavándose en la mía, penetrar en
tus ojos igual de sedientos que los míos. Aumenta el ritmo, sabes lo que estás
haciendo no eres un niño, juega hábilmente con tus manos en los rincones más
íntimos de mi cuerpo. Pronto comenzara el momento en el que me obligues a que
sea yo la que abandone el trance y forme parte activa del juego, pero permiteme disfrutar un segundo más del delirio.
Muérdeme el cuello,
tienes pleno derecho a arrancarme la piel. Quiero sentir tu aliento en mi oído
y escuchar la dilatación de tus suspiros, tu respiración cortada, mientras
cambio las reglas de dominancia.
Marcaré
mis huellas dactilares a conciencia en
tu espalda, quiero dejar constancia de ser culpable del delito cometido.
Caigo sin oponer resistencia a las proposiciones obscenas, por mi propio juicio quiero arrodillarme y túmbarme
encima de ti y hacer lo que siempre causo tabúes, rodar por la cama esperando
que respondas a mi estimulo y continúes la provocación. Ahora no importa si soy ajena a ti o si de
verdad me amas o yo lo hago. Dos personas entregándose al amor o quizás a lo
carnal. Oscuridad que se vuelve penumbra. Silencio roto de respiraciones. Intimidad.
Pasión. Inmoralidad. Vicio. Atrevimiento. Placer. Delicioso encanto del pecado.
Esta noche eres mío y yo
tuya no mires mas allá de los minutos que se te escapan de las manos.
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